En vez de fogatas, privilegia el uso de cocinillas para preparar alimentos.

Limpia restos de vegetación o ramas del suelo, en un diámetro de cinco metros alrededor de la cocinilla.

Por ningún motivo ubiques tu cocinilla bajo un árbol, cerca de matorrales y pastizales o en lugares con viento.

Rodéala con piedras para evitar que el fuego se propague.

Utiliza leña seca, enciéndela con cuidado y procura que no salten chispas.

Evita mantener leña, carbón, cilindros de gas u otros combustibles cerca de la fogata.

Mantén cerca agua, arena o tierra en caso de emergencias.

Una vez que termines de usar la fogata, elimina los restos y verifica que no quede carbón o leños encendidos. Si es necesario, vuelve a cubrirla con agua, arena o tierra.

Antes de retirarte del lugar, siempre verifica que la fogata se encuentre totalmente apagada.

No lances fósforos o colillas de cigarros encendidas. Apágalos bien, busca un cenicero o basurero. Si no existen, deposítalos en bolsas y bótalos cuando llegues a tu hogar.